DESVIARSE y observar con intención aquello que siempre has visto. RESONAR Compartir, influir, simpatizar para sintonizar. De lo individual a lo colectivo y por el colectivo hacia lo individual.
Desviarse para Integrar
Desviarse del camino, mirar a otro lado, desviarse para crear diferentes posibilidades, desviarse para encontrar una nueva perspectiva, nuevos caminos. Hay que crear entornos de desviación, de experimentación, de libertad, para así generar nuevos paradigmas que nos permitan repercutir en nuestro entorno y así resonar con los otros.
El repentino cambio de un mundo acelerado, complejo y ambicioso, a uno frágil, incomprensible, que cayó en una pausa inesperada, establece una nueva dinámica donde existen muy pocas certezas, mucha inestabilidad y grandes interrogantes que exigen cambios en la manera de como se analizan y exploran las realidades actuales. La complejidad que se exhibe en el entorno actual, requiere una transformación y sobre todo diálogos que nos permitan reconstruir nuevos acercamientos y estructuras en las relaciones y en nuestro alrededor. Mirar a nuestro alrededor, para mirarnos y así hacernos mirar.
Nuestra propuesta consiste en voltear a ver y hacernos ver, para reconocer las identidades que componen nuestra sociedad inmediata, en un territorio como lo es Quintana Roo que transcurre entre el turismo de primer nivel, la migración de personas de todas partes del mundo y de las comunidades originarias, esto nos lleva a cuestionarnos como se compone la identidad local, una identidad dislocada en espacios difusos y tan contrastantes.
La imagen del migrante es relevante en Cancún y la Riviera Maya, pues remite a la condición básica y original de la mayoría de los pobladores de este sitio, en donde su peculiaridad es la de ser ajenos al lugar, la de ser recién llegados o el pionero. El pionero es el que ha llegado desde los inicios del desarrollo turístico y por ello se adjudican el valor del residente original. Así se mantiene la dicotomía entre residente y recién llegado. El extraño es el común, en tierra de recién llegados, el ajeno, el de otro lugar es el habitante común, esta condición prevalece en cada uno de los llegados. Por otro lado, una numerosa migración de trabajadores temporales que aprovecha las altas temporadas para obtener una fuente de trabajo que deje buenas ganancias, propagando en gran medida una gran población flotante.
Por un lado, el pasaje de extranjeros que cumplen sus expectativas de pasar sus vacaciones en un destino paradisiaco y fugaz, por otro una comunidad que trabaja para hacer realidad estos estándares turísticos y por último, una fuerte de mano de obra que viene de las comunidades periféricas, en su mayoría indígenas, los cuales son contratados por temporadas y se concentran en los grandes complejos turísticos o en los proyectos de construcción, en donde transcurren sus días trabajando largas jornadas esperando la próxima pausa para regresar a sus lugares de origen, pero llevando consigo toda una serie de consecuencias en donde se han visto muchas familias desarticuladas y comunidades trastocadas por la imposibilidades de conservar y desarrollar su identidad cultural, sus conocimientos y sus oficios tradicionales, es como se compone esta región.
Resonar para co-crear
A partir de nuestras disciplinas consideramos importante gestar prácticas colaborativas con artesanos y actores que componen nuestra sociedad y acércanos a las comunidades que se han visto afectadas por las consecuencias de la migración, no sólo para generar productos originales, sino también la oportunidad de crear intercambio de saberes y de formas de creación, las cuales nos permitan redescubrir la tradición de la práctica textil aunada al diseño mexicano contemporáneo y de esta forma promuever el diseño social, la colaboración diseñador-artesano, dando énfasis en las experiencias de elaboración, materiales y procesos del producto, para obtener como resultado objetos con identidad propia. Si bien los procesos colaborativos no son prácticas nuevas en México, lo cierto es que las maneras de aproximarse se componen de fenómenos completamente distintos en cada propuesta. La búsqueda de sustentabilidad, de diálogo horizontal, de desarrollo social y de buen diseño prevalece como los objetivos primordiales de nuestros proyectos.
Privilegiando la práctica del bordado para integrarla a la elaboración de indumentaria y de objetos diseñados en colaboración con artesanas, creando una suerte de dialogo sobre los distintos intereses y alcances que puede traer consigo este encuentro, haciendo uso de la colaboración nos permitirá el diálogo en favor de la creatividad y la diversidad.
Bordando identidades
Como ya sabemos las prácticas artesanales de muchas de las comunidades de este país elaboran diseños que se tratan de signos icónicos de acuerdo con las convenciones de su pueblo y su cultura. Constituyen en este sentido un código cuyo desciframiento permite la comprensión del universo simbólico, de las jerarquías sociales, de la economía política y de la experiencia de estos grupos étnicos y de sus individuos. El bordar representa el soporte de una expresión comunicativa y artística que, además de contribuir a salvaguardar la memoria en los diferentes grupos étnicos, tiene unos fines mágico-religiosos, de acuerdo con sus cosmogonías propias. De este modo, los bordados con los cuales los grupos étnicos realizan sus prendas de vestir y sus objetos de uso cotidiano encierran un complicado código asociado a sus creencias y forma de vida.
En el contexto cultural indígena, bordar no es sólo una actividad humana sino que se convierte en una experiencia integral de vida, un pensamiento que interrelaciona el medio ambiente, la naturaleza, con las necesidades físicas y espirituales del hombre respondiendo a un sentimiento y a una razón básica de supervivencia.
La conservación de los bordados y motivos indígenas a lo largo de los siglos ha permitido la transmisión de ese saber artesanal ancestral y de esos códigos simbólico-rituales que mantienen su vigencia en la actualidad.
Nuestros artífices
Con el interés de integrar una correlación con bordadoras originarias de las comunidades mayas cercanas, hemos creado vínculos con una cooperativa de mujeres de la localidad X-Pichil. LOO’L PICH es un grupo de alrededor 20 mujeres que oscilan entre los 22 y los 80 años, que compartiendo y rebasando los limites transgeneracionales, han creado una marca de prendas y objetos empleando el bordado ancestral utilizando las técnicas Bac Chuy (bordado enrollado), Mul och (bordado agrupado), con el fin de cumplir con varios objetivos, por un lado empoderarse dentro de su comunidad y económicamente, y por otro continuar con la trasmisión de saberes y tradiciones.
La tradición oral de esta comunidad narra que fue una serpiente la que dio el don a las mujeres de bordar su cuerpo, es ella quien las orienta e inspira a partir de sus características y formas a diseñar, “Cuenta una mujer que su abuela le dijo que cuando bordara debía acariciar el bordado: la piel de serpiente. “Si haces esto”, dijo la abuela, “imaginarás muchos otros diseños”. Pero ella agregó: “Nunca debes bordar la piel de la serpiente un domingo. Si hacesesto, le sucederán cosas malas al atuendo, como si se desmoronara más rápido.”
Esta cooperativa no solo pretende conservar sus tradiciones, sino que estas trasciendan, están en la búsqueda de como innovar, y están conscientes que son parte de un mundo y una sociedad que les brinda nuevas opciones, trabajan con la consigna de no traicionar sus orígenes, pero adaptase al mundo contemporáneo, y que esto les permita mantener y mantenerse en su comunidad.
Es por lo cual que consideramos que el acercamiento mutuo, el intercambio y la colaboración permitirá a ambas partes crecer y entrebordar propuestas que resuenen y hagan eco en la creación de una identidad local Quintanarroense.
“Yo no sabía a quien acercarme y note a una bordadora con bastón esperando a que alguien se acercara…
…definitivamente sentí que Paula y yo tuvimos una conexión, entendimos nuestras ideas, nos unimos”
Che’ejnajo’on, ilajinbáaon yéetel na’atajinbáaon
ichil k’uuch yéetel tuukulo’ob
Rubi tu ya’alajten u tuukulo’ob
Eufemia me habló de su especialidad, la técnica de bordado TZUBIM.
Juntas desarrollamos ideas que sin conocernos, no hubiéramos podido concebir.
Descubriendo el pasado a partir de nuestras acciones presentes.
Conversaciones y reflexiones de quienes vivimos las distintas facetas de Quintana Roo.
Leti’e’ Ku t’anik Ingles yéetel Español
To’one k t’aanko’on Maya yéetel Español
Uts takich k máak’an ba’al
Le beetik k na’atikbáaon
X-Pichil me remite a los viajes familiares por los pueblos mayas, de donde mis abuelos son originarios; viajes en los que no reconocí lo que hoy valoro en cuanto a identidad y tradiciones.
Resonar a partir de quienes somos por herencia y de quienes somos por encuentros y entendimientos.
Mi abuela materna me mostró el arte del bordado.
En mis memorias la veo sentada en la cama rodeada de hilos de colores, trozos de cuadrillé, su taza de café y cigarro.
Admiré a mi abuela, para mi, no hay artista igual.
En X-Pichil me sentí familiarizada con los bordados, con el trabajo de los artesanos.
Al conocer a Máxima tuve la seguridad que el resultado de nuestro trabajo sería sublime.
Gabie’ tu na’ataj le bordaro’, tene’ tin na’ataj u meyajta’al le che’o’.
P’éejili’ k ch’a’ik t’aan.
In lak’ech…
…Hala ken
Yo soy otro tú…
…Tú eres otro yo
Dos mentes herederas de otras mentes que comparten los mismos objetivos en la creación de algo que ahora contará una nueva historia para ambas.
Junp’éeli’ beeta’al ba’al, Ka’ap’éel piixan, Ka’ap’éel ch’i’ibalil
El bordado, la madera, la confección, los artífices: artesano / diseñador / empresario / sastre…
…resonando juntos.
Discutimos ideas, formas y después, aún con la escasa conectividad de la zona, seguimos resolviendo el diseño vía telefónica.
Encontramos soluciones técnicas y conceptuales más allá de lo que uno solo podría haberlo hecho.
Conectamos, nos reímos y nos entendimos, la tela de colores detonó una avalancha de ideas que culminó en el diseño con un bordado que representa el descenso del esqueleto de la serpiente emplumada.